¿Alguna vez habías escuchado este término? Es algo muy poco frecuente de diagnosticar, dado que los últimos reportes informan que suceden en 1,5 cada 1000 personas con pene (solo un 3% de la población menor a 65 años la presenta). Ahora, ¿sabes qué características hay que tener para presentarla?
La Eyaculación Retardada se define como la persistencia o recurrencia de dificultad, retraso o ausencia de orgasmo (con eyaculación) luego de una estimulación sexual suficientemente buena, que causa malestar en la persona. Esto tiene que presentarse por lo menos 6 meses (no cuenta si pasó solo una vez y no se repite en el tiempo).
Es importante aclarar que no hablamos de tiempos en esto, pero ¿por qué? Porque si lo hacemos, podemos caer en el error de diagnosticar trastornos donde no los hay. Recuerden que para que plantear una eyaculación retardada debemos hacer un correcto interrogatorio, examen físico, valorando completamente al paciente y de ahí definir si, luego de un “buen estímulo sexual”, y de una práctica persistente, no se logra eyacular, podríamos estar hablando de esta disfunción.
¿Y a qué me refiero con “buen estímulo”? Bueno, no es lo mismo estar recibiendo sexo oral o un estímulo táctil (masturbación) por parte de alguien que no nos gusta lo que está haciendo, a que alguien que si te conoce y sabe cómo generarte placer. Tampoco es lo mismo estar manteniendo relaciones sexuales con penetración y que la persona con pene este concentrado en el acto, o que esté pensando en que tiene una reunión laboral importante el día siguiente. Por esto, es que es tan importante interrogar correctamente a estos pacientes y valorar cómo es su actividad sexual antes de diagnosticar cualquier trastorno.
¿Cuáles son las causas más comunes?
Lamentablemente la causa más frecuente son los fármacos. Muchas patologías no relacionadas con la eyaculación se tratan con medicamentos que indirectamente pueden afectar la función sexual de la persona. Alguno de ellos son los antidepresivos (ISRS), medicación prostática, antihipertensivos, entre otros.
A su vez, trastornos psicológicos como ansiedad, depresión, aspectos o creencias religiosas también pueden afectar la eyaculación. El hipotiroidismo, hiperprolactinemia, diabetes, patologías neurológicas, infecciones, etc., pueden ser causantes del retraso en la eyaculación también.
¿Qué hacer si te sucede?
¡Consultar! Esto es algo que muy poca gente consulta dado que muchas veces no afecta su vida sexual, o incluso refieren que se sienten mejor porque pueden “durar más” durante el acto sexual. Pero si sientes que afecta tus prácticas sexuales, que genera afectación en tu vinculo de pareja, o que puede ser que haya alguna patología que no estemos viendo, te recomiendo que tengas una consulta médica para valorar como es tu eyaculación y si se puede trabajar en ella.